Mineros mexicanos optimistas ante política sectorial de Sheinbaum
La Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos (AIMMGM) se muestra optimista de que la presidenta Claudia Sheinbaum permitirá una política sectorial más flexible en el marco del Plan México, cuya versión preliminar delineó cambios y mejoras para la industria.
“El hecho de que se señale que el tema de exploración no es exclusivo del Servicio Geológico Mexicano (SGM) genera mucha confianza”, dijo al diario Reforma el presidente de la AIMMGM, Rubén del Pozo.
Agregó que la falta de referencia oficial a la minería a cielo abierto también era una “buena señal”.
A mediados de enero, Sheinbaum presentó una versión preliminar del Plan México, que incluye incentivos y proyectos de inversión minera mixta.
Entre los puntos destacados, el plan especifica que el Ministerio de Economía debe reformar la ley de minería en un plazo de 100 días para permitir la exploración privada y establecer un marco distinto al actual que regula las concesiones a cielo abierto.
En un plazo de tres meses, el Ministerio también deberá ordenar la inclusión de declaraciones de impacto social en todas las actividades relacionadas con la minería.
En ese momento, BNamericas consultó a AIMMGM sobre el plan, pero un vocero declinó hacer comentarios porque la entidad estaba esperando más información oficial. La cámara minera Camimex tampoco quiso tomar posición.
Por tanto, las declaraciones de Del Pozo son las primeras de cualquiera de los gremios mineros sobre las esperadas flexibilizaciones que incluirá la nueva administración en su política minera.
La industria ha enfrentado desafíos debido a la congelación de concesiones y la lentitud en la concesión de permisos durante la administración anterior de Andrés Manuel López Obrador. Además, las reformas a partir de mayo de 2023 otorgaron derechos de exploración exclusivos a SGM y restringieron aún más la participación y la exploración privadas.
Además, la aprobación de un aumento de las regalías mineras especiales y extraordinarias –del 7,5% al 8,5% y del 0,5% al 1,0%– elevó la carga fiscal y perjudicó las perspectivas de inversión.