La minería mexicana ha asumido un papel clave en la transición energética global y mediante el concepto de minería consciente, tiene el compromiso de impulsar la sostenibilidad del sector y el crecimiento de las energías limpias.
En un escenario en el que la demanda global de minerales críticos podría cuadruplicarse para 2030 y aumentar más de 10 veces para 2050, México emerge como un socio indispensable para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y cero emisiones netas (NZE, por sus siglas en inglés).
La Cámara Minera de México (Camimex) estima que ante este panorama, México se sitúa entre los primeros diez productores mundiales de 16 metales y minerales, nueve de ellos necesarios para las energías limpias, lo que lo posiciona como un aliado vital para la transición a energías limpias a nivel global.
En este contexto nacional y mundial, el presidente de la Camimex presentó en Hermosillo el Informe de Sostenibilidad 2024, un documento que subraya la importancia del concepto de sensatez en el sector extractivo.
La minería consciente, dijo Pedro Rivero González, es un enfoque centrado en la producción responsable de minerales esenciales, y es el compromiso con las comunidades y el medio ambiente bajo el cual se han dirigido las compañías del sector en la última década.
“La minería mexicana es un pilar para el desarrollo económico, social y ambiental del país al ser una fuente clave de insumos para las tecnologías de energía limpia”, declaró al subrayar el impacto positivo del sector.
Además, continuó, esta actividad es crucial para el crecimiento de más de 70 sectores productivos y se presenta como fundamental para continuar con el fortalecimiento de la integración del bloque económico regional de Norteamérica.
Compromiso ambiental
El directivo destacó que durante 2023, las empresas afiliadas a la Camimex invirtieron 6 mil 988 millones de pesos en iniciativas de protección ambiental, con lo que reafirmaron el compromiso con el combate al cambio climático y la reducción de la huella hídrica.
Dicho esfuerzo, dijo, se refleja en acciones como la recirculación del 70% del agua utilizada en sus procesos y la operación de 100 plantas de tratamiento de agua.
Además, 40 operaciones mineras en México ya utilizan energías limpias, cifra que representa el 35% del consumo energético total del sector, con la meta de alcanzar el 46% para el año 2030.
Destacó los trabajos realizados en restauración ecológica, con la reforestación de 2 mil 355 hectáreas en 2024, sumando un total de 14 mil 300 hectáreas restauradas en los últimos cinco años y la protección de más de 25 especies de flora y fauna.
Empleo y bienestar
La minería continúa como un motor de empleo digno en el país, dijo Rivero González, al generar hasta el año 2023, 416 mil 875 puestos de trabajo directos y un estimado de 2.6 millones de empleos indirectos.
Añadió que los salarios en este sector productivo están un 33.2% por encima del promedio nacional y el ingreso mensual de los trabajadores supera en 245.4% al salario mínimo, con lo que se mejora la calidad de vida de más de 3 millones de familias.
La inclusión laboral también es un tema destacado en el informe, agregó, ya que las compañías afiliadas cuentan con 74 mil 529 mujeres empleadas en sus operaciones, lo que representa cerca del 18% de la plantilla total.
Además, 44% de estas mujeres ocupan puestos en áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), reflejando el compromiso del sector con la igualdad de género y el desarrollo del talento femenino.
Impacto comunitario
Rivero González exaltó el impacto social de la minería en México, el cual se mantiene como un motor de desarrollo para las comunidades aledañas a sus operaciones.
En 2023, mencionó, más de 400 mil personas fueron beneficiadas por proyectos de infraestructura, salud y educación en las comunidades donde trabajan las compañías relacionadas con la actividad.
Tal sector también brindó 70 mil servicios médicos a través de la administración de 51 clínicas y centros de salud, además de otorgar cerca de 4 mil becas educativas para promover el acceso a la educación en las regiones mineras.
Este enfoque en la creación de valor compartido y la sostenibilidad, expresó, es parte integral de la visión de “Minería Consciente”, donde la producción responsable y el bienestar de las comunidades forman un binomio clave para el futuro del país
“La minería mexicana es un pilar para el desarrollo económico, social y ambiental del país al ser una fuente clave de insumos para las tecnologías de energía limpia, crucial para el crecimiento de más de 70 sectores productivos y fundamental para fortalecer la integración del bloque económico regional de Norteamérica”